Hay que conocer la historia para repetirla o no

jueves, 4 de octubre de 2012

Yo soy español ¡Qué honor!


En agosto, estuve en una manifestación antitaurina que, tuvo lugar en una población española en la que lamentablemente resido por el momento y que no mencionaré. Hay que recordar que la reciente subida del IVA por parte de nuestro amado gobierno, no ha afectado a los toros ni al fútbol, a diferencia del cine, teatro, material escolar, productos básicos, etc.
Bien. La susodicha manifestación, transcurrió de forma pacífica, como no puede ser de otra manera en España. Pero por supuesto, ese pacifismo no impidió que los mierdecillas que entraban en la plaza de toros (los manifestantes nos concentramos ahí) nos insultaran, se rieran de nosotros o ambas cosas. Pero, a mi juicio, lo único relevante que ocurrió aquel día fue la detención de dos antitaurinos, con los correspondientes porrazos por parte de los perritos de azul (policía nacional) a los que se acercaron para interesarse por la suerte de los «radicales» detenidos. Vale. Para mí, lo más destacable de aquello fue la reacción de algunos/as de los que estaban a mi alrededor: Una señora (de los manifestantes) prácticamente justificaba la acción de la policía porque: «¡Claro! ¡Es que están insultándoles -a los taurinos- y eso no puede ser!» Y otra chica que, era de las organizadoras de la protesta, gritó a través de su megáfono: «¡No respondáis a las provocaciones! ¡Ellos son violentos, nosotros no!» Desde luego que tenía razón: Por eso, aquella corrida de toros tuvo lugar, al igual que han tenido lugar muchas más anteriormente y, al igual que tendrán lugar muchas más con esta «oposición».
 Con esa proclamación, la organizadora de la protesta, también justificaba la reacción de los esclavos policías. Y lo peor de todo, fue que ese llamamiento de la chica de la organización pro-animalista, tuvo como respuesta el aplauso de buena parte de los allí reunidos... mientras los detenidos se encontraban esposados en el furgón policial.
 Lo que pasó en este caso en concreto, se puede extrapolar a cualquiera de las muchas protestas que se vienen produciendo a lo largo y ancho de la geografía española. Lo que he contado aquí, es solo una de tantas, pero, veis a lo que me refiero ¿no? Bienvenidos a España: así luchamos aquí contra los que nos oprimen. Estoy orgulloso.